Dar gracias a los agricultores
No hace falta decir que este año ha producido algunos de los desastres naturales más traumáticos jamás vistos. Desde el Valle de Napa hasta Dominica, muchas áreas del Golfo, el Caribe y América Central fueron devastadas por huracanes, incendios y terremotos.
Las familias fueron desplazadas, se perdieron vidas y las casas fueron destruidas. Miles de granjas se vieron muy afectadas por estos eventos sin precedentes. A medida que continuamos aprendiendo más sobre las ramificaciones de cada uno de estos desastres naturales, nos damos cuenta del gran impacto que estos eventos tendrán en los alimentos que consumimos a diario.
En el norte de California, muchos cultivadores de vino y cannabis se han visto afectados inesperadamente por los incendios que se tragaron grandes cantidades del estado. Verse obligado a cultivar uvas nuevas o usar uvas con “contaminación por humo” son opciones no ideales a las que se enfrentan algunos productores. Afortunadamente, la mayoría de las uvas de la temporada se cosecharon antes de que llegaran los incendios.
En Texas, los productores de algodón se vieron gravemente afectados por el huracán Harvey que azotó en septiembre. Los cultivadores de algodón sospechan que se perderán millones de dólares en cosechas. Del mismo modo, cientos de acres de arroz están bajo el agua: los agricultores deben esperar a que baje el nivel del agua antes de seguir adelante.
Más al este, la industria de los cítricos de Florida perdió entre el 50 y el 70 % de todos los cultivos a causa del huracán Irma. Y no muy al norte, el huracán Irma derribó árboles de nuez pecana, dañando prácticamente todos los árboles, lo que hizo retroceder años a los productores.
Puerto Rico fue devastado por el huracán María, arrasando todas las frutas de mango. Puerto Rico no prevé rendimientos hasta mediados de 2018. Los cultivos de plátano, ñame y pimiento dulce también se vieron afectados negativamente por el poder de María. En cuestión de horas, María acabó con el 80% anticipado del valor de la cosecha en Puerto Rico.
De manera similar, otras islas del Caribe, como la República Dominicana, Dominica y St. Martin, que exportan alimentos a Puerto Rico, también sufrieron un gran impacto por el huracán María, lo que hizo que los alimentos disponibles fueran aún más difíciles de conseguir. Muchos productores en todo el Caribe están de acuerdo en que, dentro de sus vidas, los efectos de María no tienen precedentes y deben trabajar muy duro para superar sus pérdidas.
El mundo come y los agricultores lucharán para volver a crecer. Este Día de Acción de Gracias, mientras nos sentamos entre nuestros seres queridos y disfrutamos de alimentos frescos, demos gracias a los agricultores que luchan por volver a crecer. Sin su arduo trabajo, las tradiciones y los platos de Acción de Gracias nunca serían los mismos.